necesitamos un túnel para ir hasta lo del tranza
y robarle piedritas y traerlas en nuestras espaldas como bichos,
piedritas más grandes que nosotros que nos dejen
tiesos en mitad de la ranura hasta congestionarla
y no dejar paso a que el aire revuelva las hojas y la tierra del otoño,
que todo se mantenga así
maquillado,
con la conversación entre los dientes
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